SALUT I FESTA

Hoy me ha hecho llegar Francisco Javier Piñol Zapata "Fafi", un fragmento d lo que fué su Presentación como Presentador del Capitán Cristiano 2.002 Juan Sempere Calvo, más adelante me enviará el resto y díce así:

Pequeño fragmento presentación capitán cristiano 2002.

Para presentarles al capitán cristiano 1998 voy a contarles una pequeña historia:

Los historiadores españoles dirán que soy un mentiroso. Pero la historia la escriben aquellos que cuelgan a los héroes.

Año 711, Reino de Asturias. Ultimo vestigio del poder cristiano en la península. Todo el territorio plagado de grandes revueltas y escaramuzas se convulsionaba incapaz de resistir la presión de sus opresores. Los terratenientes Cristianos asentados en Asturias, comenzaban a ser derrotados sin luchar contra sus enemigos los moros. La codicia de los nobles terratenientes hacia caer numerosos territorios, tras aceptar pactos con los moriscos. Los reyes y nobles se peleaban por conseguir los favores de sus conquistadores.
Pero en un pequeño pueblo residía un noble capitán recientemente nombrado por sus meritos. Que, tras recibir la noticia de lo que estaban haciendo sus iguales, renegó de todos sus bienes materiales para enfrentarse a sus opresores los Moros. Unió las fuerzas de los plebeyos de sus antiguas aldeas y… blandiendo una espada en su mano derecha … y un escudo Astur en su izquierda, supo dar la fuerza, el ejemplo y el valor suficiente a sus “ahora” escuadras para comenzar la reconquista del pueblo español. Eso si, sin pedir nada por ello a nadie.

Ese es el espíritu Astur.
Esta seria la historia personal de este capitán. Si hubiera nacido en este siglo.
Así es.

Estoy hablando del Capitán Cristiano 1998. D. Francisco Soler Ramón “El Tito”.

Continua la historia.

Todos en el escenario.

Ahora que están los dos capitanes, me vais a permitir que continúe mi historia:

Llanuras marcadas con la sangre de la batalla. El olor de los cuerpos putrefactos empañaba la alegría de nuestro capitán, apodado el “Tito”. Solo podía regocijarse al ver que ninguno de sus guerreros había sido herido de gravedad. Solo él, solo él tenía un dolor punzante en su pierna derecha, que no le permitía mantenerse en pie. Había caído, después de innumerables victorias, tras la mirada
atónita de sus escuadras.

El desaliento y la impotencia por no poder continuar con su particular cruzada, le impedía aguantar que se le empañaran los ojos.

….

Entonces … oyeron un gran estruendo provocado por los cascotes de los caballos, y el chirriar metálico de armaduras completas.

Los caballeros, tras la dura batalla, se asustaron, creyendo que eran las hordas moriscas del sur. Era su fin.

Pero en la cara del Capitán Tito se reflejaba un atisbo de tranquilidad y alegría.

Era el ejército comandado por el capitán Juan Sempere Calvo. Herrero forjador de armaduras, nombrado Capitán recientemente.

Se acercó trotando en su corcel negro a su compatriota el capitán Tito. Y sin bajar de su cabalgadura, extendió una mano firme y curtida. Diciendo: “No te preocupes por tus heridas, juntos continuaremos con nuestra singular cruzada Astur”.

Esta es la leyenda de dos amigos y un objetivo. Luchar en la vida cada día, como lo haría todo buen Astur.

Estos son nuestros capitanes

CONTINUARÁ…